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7 falsos mitos de la energía fotovoltaica

La energía solar es hoy la protagonista de una transformación que aportará valor añadido en términos medioambientales, laborales, económicos y de sostenibilidad. Sin embargo, todavía existen algunas creencias erróneas que deben desmentirse mediante actividades de información y formación. Veamos juntos cuáles son los falsos mitos más comunes.

La energía fotovoltaica ya no es una tecnología menor y alternativa, sino que se ha convertido en una tecnología líder. Acerca de este sector giran una serie de falsos mitos que corren el riesgo de desviar la atención de los beneficios y las ventajas de la tecnología solar. Esta es una lista de los más recurrentes que queremos desmentir.

 

1. La energía fotovoltaica contamina

La energía que produce el sol es ilimitada y procede de una fuente renovable no contaminante. El primer falso mito que se debe desmentir está relacionado con la fabricación de los componentes fotovoltaicos.

La energía necesaria para fabricar un módulo se compensa por él mismo en menos de uno o dos años de vida operativa. Transcurrido ese tiempo, el módulo producirá energía renovable durante todo su ciclo de vida (alrededor de 30 años) con solo pequeños costes de mantenimiento. Los análisis de impacto ambiental demuestran que las emisiones del ciclo de vida de la energía fotovoltaica, en cuanto a gCO2/kWh, son aproximadamente solo el 10 - 15 % de las de una planta de ciclo combinado que utilice gas natural como combustible.

En 3SUN seguimos estándares muy elevados para la fabricación de nuestros módulos en lo que respecta a la sostenibilidad del medio ambiente y, gracias a nuestra tecnología 3SUN CORE-H, podemos reducir en un 20 % el consumo de energía inicial.

 

2. La energía solar quita espacio a la agricultura y desfigura el paisaje

La agricultura y la energía fotovoltaica pueden convivir. Según datos de Elettricità Futura, la nueva potencia instalada renovable, solar y eólica, necesaria para alcanzar los objetivos del plan REPowerEU para 2030 (+85 GW), ocuparía solo el 0,3 % de la superficie de suelo disponible en Italia. Son valores muy bajos si tenemos en cuenta el espacio que ocupan los aparcamientos (1 %) y las calles (3 %). Al mismo tiempo, la energía solar no quita terreno a la agricultura ni al pastoreo y, gracias a tecnologías innovadoras, como las relacionadas con la energía agrovoltaica, la convivencia entre la producción de energía renovable y las actividades agrícolas y de pastoreo es totalmente posible. Al contrario: la combinación de estos dos aspectos garantizaría importantes ventajas para la propia actividad agrícola y de pastoreo, así como efectos positivos para la región y las comunidades locales.

 

3. La energía fotovoltaica no es programable

¿Cómo podemos estar seguros del abastecimiento energético si la energía solar es una fuente no programable? ¿No existe el riesgo de quedarnos a oscuras en los días que no haya mucho sol? Otro falso mito: gracias a la precisión que alcanzan las previsiones meteorológicas, y a la presencia de sistemas de monitorización extremadamente eficaces, se puede predecir con detalle la producción de energía fotovoltaica. Y eso no es todo, el desarrollo de sistemas de almacenamiento, tanto en el sector residencial como en el industrial y de escala comercial, permite programar con mayor precisión la producción de energía solar, para ofrecer no solo la certeza de disponer de electricidad cuando se necesite, sino también de servicios a la red eléctrica que puedan garantizar una mejor estabilidad de la misma. Un ejemplo positivo en este sentido lo encontramos en Enel Green Power, comprometida en la búsqueda de soluciones que reduzcan la discontinuidad de las fuentes renovables mediante la creación de parques fotovoltaicos híbridos que combinen la producción de energía solar y el almacenamiento en baterías en un mismo espacio.

 

4. La energía fotovoltaica cuesta demasiado

La energía renovable es menos costosa que la que se produce en las centrales eléctricas de carbón.  Según un análisis reciente llevado a cabo por la financiera Lazard, la energía fotovoltaica y la eólica siguen siendo las dos fuentes de energía más fiables y baratas. Continuando con el estudio de Lazard, independientemente de los precios e incentivos del carbono o del combustible, las plantas fotovoltaicas del tamaño de una empresa de servicios tienen el coste normalizado de la energía (LCOE) más bajo de todas las fuentes energéticas, con valores comprendidos entre 24 y 96 dólares el MWh. En concreto, entre 2009 y 2013 el coste en este segmento de mercado cayó un 84 %. El LCOE de las centrales de carbón, en cambio, se sitúa entre 68 y 166 dólares el MWh. De cara al futuro, el coste normalizado de la electricidad solar podría bajar aún más, gracias a la caída de los precios de los componentes y de las materias primas.

 

5. La energía solar perjudica a la economía y al empleo

Al contrario, la transición energética significa cambio, nuevas oportunidades y transformaciones rápidas. Según se desprende del nuevo informe de Energías Renovables del Politécnico de Milán, conseguir los objetivos de descarbonización marcados para 2030 supondría inversiones para construir nuevas plantas en Italia por valor de entre 43.000 y 68.000 millones de euros y generaría unos 350.000 nuevos empleos. Si tenemos en cuenta las previsiones mundiales, según el análisis de Italy for Climate, iniciativa de la Fundación para el desarrollo sostenible impulsada por un grupo de empresas y asociaciones preocupadas por el cambio climático, para 2030 se generarán 14 millones de nuevos puestos de trabajo en el sector de las energías renovables, frente a los 5 millones de empleos perdidos en el sector del petróleo y el gas. Un ejemplo concreto de efectos positivos en términos de ocupación en Italia los podemos encontrar en nuestra gigafactoría de Catania. Gracias a la ampliación de nuestra fábrica, que pasará de una producción de 200 MW a 3 GW anuales en 2024, estamos creando alrededor de 900 nuevos puestos de trabajo directos y aproximadamente 1.000 indirectos.

 

6. Los módulos no se pueden reciclar

¿Qué pasará con los paneles al final de su vida útil? ¿Se eliminarán? ¿Es posible su eliminación y está garantizada la recuperación total de los componentes? Estas y otras preguntas aumentan las dudas y el desconcierto en torno a la energía solar, pero gracias a los datos se pueden responden rápido. Actualmente la tasa de reciclaje de los módulos fotovoltaicos se encuentra entre las más altas en comparación con los aparatos eléctricos y electrónicos. Entre otros aspectos, este sector en Italia está bien regulado por la normativa, con la última actualización de las «Instrucciones operativas para la gestión del fin de vida útil de los paneles fotovoltaicos de las plantas subvencionadas con la ayuda Conto Energia» de hace poco menos de un año. Los porcentajes de recuperación de los módulos fotovoltaicos se sitúan actualmente en un 80-90 % del peso total, pudiendo de esta forma dar una nueva vida a los materiales, entre ellos el vidrio, el aluminio y el cobre.

 

7. La energía fotovoltaica requiere un gran consumo de agua

En un momento como el actual, en el que la cuestión de la disponibilidad de agua se ha vuelto crucial (a causa de las sequías y de situaciones de crisis por una disponibilidad cada vez menor) entre los falsos mitos también se encuentran quienes afirman que una planta fotovoltaica, durante su ciclo de vida, requiere un elevado consumo de agua. Pero esto no es cierto, en las plantas fotovoltaicas, por ejemplo, solo se utiliza agua para limpiar a fondo los módulos.